jueves, 30 de octubre de 2014

Reflexiones sobre el módulo 2




Reflexiones sobre el Módulo 2


En este módulo vimos cómo la Orientación Laboral tiene su origen en la Revolución Industrial con el surgimiento de nuevas ocupaciones y el reparto en tareas especializadas, consiguiendo una mayor productividad por esta vía.

Actualmente está experimentando un proceso de ajuste, crecimiento y desarrollo exponencial debido, muy probablemente, a que asistimos  a una nueva revolución que está cambiando radicalmente el mercado laboral y que viene de la mano de  la incorporación e incremento  explosivo de las TIC.  Tecnologías que están en evolución permanente y requieren el desarrollo de nuevas habilidades por parte de todos los implicados en la mayoría de los procesos productivos.



El orientador laboral debe, entonces, desarrollar competencias digitales para poder realizar su trabajo con ciertas garantías en el contexto actual.

El orientador laboral ha de ser una persona con una serie de aptitudes y actitudes – empatía,  asertividad, … – y un profundo conocimiento del mercado laboral para saber cuáles son los perfiles más demandados.  Ha de tener una inteligencia emocional muy desarrollada para descubrir el “diamante” que se encierra dentro de su cliente y sacar de él sus mejores facetas.  Para realizar su función utilizará una metodología, que comienza con la escucha activa en una entrevista inicial, donde ha de aplicar todas las técnicas precisas para conseguir una comunicación eficaz, evitando las barreras de comunicación.  A continuación se propondrá una estrategia para alcanzar su objetivo que ha de ser pactado con su cliente.  Este cliente tiene que estar motivado para realizar las actividades que se proponen y, aquí, el orientador actúa como coaching dinamizador a lo largo de todo el proceso que concluirá con la meta propuesta.  



La labor del Orientador laboral requiere muchas habilidades sociales, y de otro tipo, y manejo adecuado de gran cantidad de información.  Es una labor que puede ser muy estimulante, cuando se consigue que el demandante retome las riendas de su futuro porque ya vuelve a creer en sí mismo (autoestima), ya recargó sus pilas y se ve capaz de conseguir sus objetivos.  





REFLEXIÓN MARCO PERSONAL




Inicio esta breve reflexión diciendo que para mí en este módulo “Marco personal de la Orientación laboral” se encuadran las bases sobre las que se asienta nuestra profesión. En él pudimos ver diversas temáticas que van desde las competencias profesionales que debe tener todo/a orientador/a laboral, pasando por las habilidades sociales y de comunicación, hasta llegar al manejo de las nuevas tecnologías, a día de hoy imprescindible.

Pudimos ver que para ser un buen profesional debemos contar con las siguientes competencias clave:
  • Saber manejar las emociones.
  • Conocer cómo establecer relaciones.
  • Saber gestionar las tareas y ser capaces de adaptarlas a los diversos usuarios (planificación, organización, iniciativa).
  • Formarnos permanentemente.
  • Dominar las TIC.
Los orientadores laborales debemos intervenir para aumentar la empleabilidad ayudando a los usuarios/as a conocerse a sí mismos/as, a que conozcan el mundo profesional, así como a efectuar la interrelación entre ambos hasta dar con su objetivo profesional.

A parte de contar con los conocimientos técnicos y teóricos, buenas aptitudes y competencias, debemos manejar el contorno digital y tecnológico. En la actualidad Internet es el mayor centro de recursos existente que permite acceder a múltiples fuentes y disponer de una información actualizada de forma permanente, supone una difusión de esta a bajo coste y facilita el trabajo colaborativo. En relación a este tema no debemos olvidarnos de cuidar nuestra identidad digital, que es la imagen que proyectamos desde internet con o sin nuestra participación, así como nuestra reputación on line.

Tendremos, para realizar nuestro trabajo unas fuentes de información muy variadas y dispersas que empleamos para aprender. Hoy en día cualquiera puede ser productor de información. Esto lleva a una utilización de las tecnologías que nos permite desenvolver una estrategia eficiente de la gestión de nuestro PLE, que no olvidemos se nutre especialmente de aquellas personas con las que interactuamos y nos comunicamos de forma habitual. 

 Las habilidades sociales y comunicativas son imprescindibles para el desempeño de nuestra labor, ya que nuestro trabajo se realiza mediante contacto directo con el usuario/a. Hablando de este tema la suerte de escuchar en persona a D. Fernando Aguilar que nos habló entre otras muchas cosas de las de los diferentes tipos de comunicación, sus barreras, de las emociones, del liderazgo, la proactividad y el aprendizaje.

 
Como conclusión de este módulo podría decir que además de tener nuestro trabajo bien planificado será imprescindible realizar un buen acogimiento y una adecuada escucha activa, teniendo en cuenta tanto el lenguaje verbal como el no verbal, sin olvidarnos de ser asertivos y de empatizar activamente reforzando y sintetizando los puntos clave. Todo ello teniendo en cuenta que cada individuo es único por lo que nuestro trabajo debe amoldarse a unas circunstancias personales concretas.